La Banda Primitiva de Llíria y la Archicofradía de la Corte de María fortalecieron ayer su estrecho vínculo, con la visita que la imagen de la Purísima realizó a la sede del Clarín, con motivo del bicentenario de la sociedad. El Raval vivió una tarde multitudinaria, llena de emociones. 

Poco minutos después de las 18.00 horas, la imagen de la Inmaculada Concepción salió de la parroquia de Sant Francesc, en dirección al Clarín, acompañada por la Banda Juvenil. Allí fue recibida entre truenos de pirotecnia y aplausos. 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

Una vez allí, fue momento de fotografiarse con la imagen de la Virgen a las puertas de teatro, antes de la Misa que se ofreció en recuerdo de los difuntos de la Archicofradía de la Corte de María y del Ateneo Musical y de Enseñanza Banda Primitiva de Llíria, con el acompañamiento musical de un grupo de cámara de la Orquestra Sinfónica Primitiva. 

Durante el oficio, el presidente de la Archicofradía, Ernesto Civera, hizo entrega de un pergamino conmemorativo al presidente de la Banda Primitiva, José Luis Pérez Veses. Este invitó a Civera a firmar en el libro de honor de la sociedad para dejar testimonio de este día tan especial. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A continuación, los portantes de la Purísima – ayudados por todas aquellas personas que quisieron llevarla – volvieron la imagen de la Virgen a la parroquia para realizar el acto de la Pujà, que cierra las fiestas del 2019. 

“Ha sido una tarde repleta de emociones” explica el presidente del Clarín, José Luis Pérez. “Quiero agradecer a Ernesto y al resto de miembros de la Archicofradía que hayan considerado que el bicentenario del Clarín es una ocasión extraordinaria para sacar a la imagen, que todo el Raval tanto aprecia, a la calle. Creo que la respuesta de la gente no ha podido ser mejor”.